CIERVOS Y BERREA EN EL PARQUE NATURAL DE LOS ALCORNOCALES, CÁDIZ, ANDALUCÍA.
La berrea o brama es el período de celo del ciervo, se llama así debido al sonido gutural que emiten los machos y que se oye desde gran distancia. Sirve para intimidar a otros machos que quieran disputar a las hembras y a la vez llaman así a las hembras para formar un harén.
Es un espectáculo en plena naturaleza presenciar cómo los ciervos se enfrentan para ganarse el favor de las hembras y así poder perpetuarse. Con sus hermosas y espectaculares cuernas los machos se enfrentan en luchas no sangrientas para declarar al vencedor.
Es difícil verlos en el monte, pero se oyen muy bien, y en silencio durante la tarde-noche con suerte se disfruta de los diferentes sonidos que retumban en los campos otoñales de España.
Ayuda si ha llovido o hay humedad bastante en el ambiente, si ha refrescado, si no hace viento... para que la intensidad de la berrea sea mayor, escuchándose a los ciervos machos por todo el bosque retándose, bramando cada cual con un toque diferente, bajando de lo profundo del bosque a claros donde encontrarse con otros machos y pelear para reclamar el ganador a las hembras.
Es común buscarse lugares apropiados en fincas, o desde caminos o carreteras, para observar desde lejos a estos bellos animales y escuchar la berrea. Se aprecian distintos tipos de berreas, diferentes sonidos, unos más broncos, otros más suaves, a veces parecieran toros bravos mugiendo, otras suenan ruidos extraños como toses preparando el largo berrido una vez que se lanzan continuamente a berrear al aire y a las hembras...
Tras la berrea, ocho meses más tarde, nace un cervatillo, que irá junto a su madre hasta el siguiente parto. Los machos vuelven al bosque a pasar solos el invierno.
Ciervos, preciosos animales, asustadizos, por eso se fotografían desde lejos (es muy difícil fotografiarlos) y en cuanto se dan cuenta de la presencia humana salen corriendo y se internan en lo profundo del bosque mediterráneo, huyendo de miradas curiosas y disfrutando de la tranquilidad del campo otoñal .
Actualmente están en plena berrea estos escurridizos animales en los bellos campos del Parque Natural de los Alcornocales.
En estos lugares de las fotografías se escucha muy bien la berrea y tenemos la suerte de ver bellos ejemplares machos(desde muy lejos), hembras y cervatillos. A veces vemos a ciervas que van acompañadas de hijas e hijos de otros años. Las temperaturas son cálidas y no hace viento, disfrutando de los sonidos de los diferentes y numerosos ciervos perfectamente.
Miles de personas disfrutan cada año de la banda sonora única de estos animales, regalo de la naturaleza, respetando el entorno natural. Todo un espectáculo.
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